
Una de las marcas italianas que no sufre mayores cambios en el tiempo es Superga que desde sus inicios ubicó un nicho de mercado muy peculiar, sus modelos que tienen la característica de un calzado muy cómodo y lleno de colorido hacen la diferencia entre muchas y en el 2007 lanzó su primera zapatilla en piel de tiburón y planta de goma y que ha tenido una gran aceptación sobre todo en la zona de Turín en Italia.
